Sofia Villani Scicolone (
Roma,
Italia,
20 de septiembre de
1934), más conocida como
Sofía Loren, es una
actriz italiana ganadora de unos 50 premios internacionales, entre ellos dos
premios Oscar (uno de ellos honorífico), un premio
BAFTA y siete
Globos de Oro. Su carrera inició en 1950, cuando fue descubierta por el productor
Carlo Ponti, más tarde su marido. Desde entonces ha actuado en decenas de películas, algunas de ellas aclamadas por la crítica cinematográfica, entre las que destacan producciones como
El pistolero de Cheyenne,
Dos mujeres (por la cual ganó 22 premios, entre ellos su primer
Oscar) y
El Cid.
Es una de las actrices más destacadas de la segunda mitad del
siglo XX y considerada como uno de los
Mitos del
séptimo arte. En 1999, el
American Film Institute la nombró una de las intérpretes más importantes de todos los tiempos y una de las últimas leyendas supervivientes del cine clásico de
Hollywood.
Hija de la maestra de piano Romilda Villani y el ingeniero Riccardo Scicolone, creció con su madre y una hermana en
Pozzuoli (cerca de
Nápoles) durante la
Segunda Guerra Mundial. Se cuenta que su padre se desentendió de ellas, y que para subsistir tuvieron que instalarse en casa de su abuela. Montaron una taberna, frecuentada por militares norteamericanos, donde la madre tocaba el piano.
Loren comenzó su carrera en actuación a comienzos de la
década de 1950, con pequeños papeles en películas italianas. En esos tiempos, actuó como
extra junto con su madre en la película
Quo Vadis, que fue filmada en Roma.
Trabajó también como modelo en fotonovelas semanales (
fotoromanzi), acreditada como
Sofia Villani o
Sofia Lazzaro. Participó en varios concursos de belleza, en los cuales ganó varios premios y conoció a su futuro marido, Carlo Ponti, productor de películas, con quien se casó el
17 de septiembre de
1957. Juntos tienen dos hijos, Carlo Ponti Jr. y Edoardo Ponti. El matrimonio fue anulado temporalmente para evitar una demanda legal contra Ponti, acusado de
bigamia, y se casaron nuevamente en
1966.

Sophia Loren se ganó el respeto de la audiencia por su participación en dramas y comedias, especialmente en proyectos italianos, donde era más libre para expresarse. En 1960, su actuación en
La ciociara (
Dos mujeres), película dirigida por Vittorio de Sica, según un relato de
Alberto Moravia, dio un giro a su carrera. En ella encarna a una madre, violada junto con su hija, durante la
Campaña de Italia (1943-45). Ganó 22 premios de interpretación, entre ellos los más prestigiosos: los de mejor actriz en los festivales de
Cannes,
Berlín y
Venecia, así como el premio
Oscar. Fue la primera persona que lo ganaba con una actuación en un idioma no inglés.
Ha sido admirada durante décadas por su imagen de exuberante belleza, que ha mantenido en gran medida hasta edad madura; sin embargo, es también reconocida por su inteligencia y agudeza. Uno de sus dichos más frecuentemente citados, se refiere a su dieta: «Todo lo que ven, se lo debo a los spaghetti». De todas formas, en una entrevista reciente desmintió haber dicho tal frase.
A partir de la década de 1960, frecuentó los papeles de personajes históricos y películas rodadas en co-producción, como
El Cid de
Anthony Mann (donde encarnó a
Doña Jimena),
La caída del imperio romano,
La condesa de Hong Kong (con
Marlon Brando, dirigida por
Charles Chaplin), la adaptación del musical
El hombre de La Mancha (con
Peter O'Toole) y
El puente de Cassandra. También hay que citar la película de intriga
Arabesque (con
Gregory Peck),
Lady L (con
Paul Newman) y otros trabajos con
Clark Gable,
Peter Sellers,
John Wayne,
William Holden,
George Sanders...
De todas formas, la aportación más valiosa de Sophia Loren radica en las películas rodadas en su lengua natal, como
Matrimonio a la italiana (1964) de Vittorio de Sica y
Una giornata particolare (1977) de
Ettore Scola, ambas rodadas junto a Marcello Mastroianni.
Posteriormente, espació sus apariciones en el cine para volcarse en el cuidado de sus hijos. Se cuenta que rechazó papeles importantes en dos series de televisión que serían míticas en la década de 1980:
Falcon Crest y
Dynasty.
En 1980, Sophia Loren tuvo el raro privilegio de actuar como ella misma y como su madre, en el filme biográfico para televisión. La película estaba basada en su libro autobiográfico titulado Sophia: su propia historia. Su nombre apareció en las portadas de todo el mundo en 1982 por razones extraartísticas, pues recibió una sentencia de cárcel de 18 días, por evasión fiscal.
Su siguiente trabajo en el cine tuvo lugar en la
comedia de 1995,
Discordias a la carta, en la cual trabajó junto a
Ann-Margret,
Walter Matthau y
Jack Lemmon. Esta película alcanzó un considerable éxito de taquilla. En ese mismo año, la actriz recibió un nuevo galardón en reconocimientoa su trayectoria preofesional, el
premio Cecil B. DeMille. Posteriormente apareció en producciones italianas como
Francesca e Nunziata (2001) y
Peperoni ripieni e pesci in faccia(2004).